Si tienes agendada una entrevista laboral pronto y estás en este artículo es porque tienes interés en dar la mejor imagen posible a la empresa y … ¡llevarte el empleo!
Déjame decirte que estás en el sitio adecuado porque te voy hablar sobre algunas de las preguntas más comunes en las entrevistas de trabajo y cómo debes plantear tus respuestas.
Eso sí, no voy a darte ejemplos muy concretos porque no serviría de mucho teniendo en cuenta que hay cientos de miles de trabajos ahí afuera y de todos los sectores y niveles de experiencia.
Lo que sí te voy a explicar es qué está evaluando tu entrevistador con cada pregunta y qué clase de información debes darle con tus respuestas. También te hablaré de algunos de los errores más frecuentes que comenten los candidatos a la hora de responder para que puedas evitarlos.
¿Preparado/a? Vamos allá!
¿Qué sabes de nuestra empresa?
Esta es una de las preguntas típicas al comienzo de una entrevista y los entrevistadores suelen utilizarla para romper el hielo del análisis del candidato. El objetivo que se persigue es chequear cuánto sabes de la empresa para poder explicarte más sobre ella y que comprendas el proyecto que tienen para ofrecerte.
Pero no te olvides de que estás en una entrevista y todo cuenta, por lo que esta pregunta tiene un doble objetivo. Además de lo que te acabo de contar, el entrevistador quiere comprobar el interés real que tienes.
La persona que debe llevarse el puesto idealmente debe demostrar interés en la posición y en la empresa. Por lo tanto es importantísimo que te informes previamente en la fase de preparación de la entrevista, en los días previos. Puedes visitar su página web para investigar a qué se dedican, qué venden o noticias recientes sobre su actividad. También es estupendo que revises la oferta de empleo para saber qué están buscando y adecuarte de la mejor manera posible a ese perfil ideal.
Si realizas esta pequeña investigación, podrás hablar brevemente sobre la empresa y la imagen que darás será profesional, de que estás preparado/a y que tienes interés real por entrar en la empresa.
Háblame sobre ti
Después de hablar sobre la empresa es muy probable que el entrevistador comience, ahora sí, a preguntar sobre ti. Una manera muy cómoda para hacerlo es esta: háblame de ti, preséntate.
Ahora ya sabes qué buscamos, quiénes somos, ¿por qué crees que puedes ser un buen candidato para nosotros?
Un error frecuente que cometen los candidatos es el de creer que pueden hablar de cualquier cosa. Por ejemplo: Hola me llamo Javier, tengo 29 años, soy una persona muy familiar y me gusta salir a pasear con mis amigos y perros por el campo los fines de semana. No, esta no es la manera en la que quieres empezar una entrevista.
Aquí es muy importante el contenido de tu respuesta, debes adecuar tu respuesta al entorno profesional y guiar al entrevistador por una breve pero potente descripción de ti. Pero también es clave la manera en que te expreses porque se podrá notar tu entusiasmo, motivación y la capacidad de síntesis que tienes.
Debes hablar sobre tu formación de manera superficial y la experiencia profesional que tienes que sea de interés o esté relacionada con el puesto al que has aplicado. También debes terminar esta respuesta hablando sobre tus intereses y qué estás buscando.
Para finalizar esta intervención es recomendable que hables brevemente de algo informal para que se vea que hay una persona detrás del profesional.
Te pongo ejemplo exitoso: Me llamo Javier, he estudiado administración y dirección de empresas porque desde joven me ha interesado mucho el mundo empresarial. Por ello comencé trabajando en prácticas en una empresa familiar donde estuve un año y tras ello logré comenzar en una multinacional del sector energético realizando tareas relacionadas con las finanzas y el control presupuestario. En esta empresa he estado 5 años y ahora mismo me interesa especialmente este puesto porque vuestra empresa se dedica a un sector muy relacionado, que conozco muy bien, y el puesto supone un paso adelante en mi carrera para seguir aprendiendo de unas funciones que considero que puedo realizar a la perfección. En mi tiempo libre me divierto haciendo rutas de montaña en bicicleta con mis amigos, es un hobby que me encanta porque puedo compartir tiempo con otras personas y hacer deporte, lo que me ayuda a mantenerme muy activo.
En este ejemplo, el candidato ha hablado de su origen académico, sus intereses en el pasado, sus funciones actuales y sus intereses actuales y futuros. Además ha hablado de sus hobbies pero relancionándolos con habilidades como la capacidad para relacionarse o la proactivdad. Es una manera sensacional de conocer a una persona en un solo párrafo.
¿Cuáles son tus fortalezas?
Esta pregunta es una de las más frecuentes en las entrevistas y algunos entrevistadores suelen preguntar por las 3 virtudes que crees que tienes. Te aconsejo que te hagas una lista de entre 3 y 5 puntos fuertes que consideras que tienes con antelación para evitar tener que improvisar demasiado el día de la entrevista.
El objetivo del entrevistador es saber cómo te valoras a ti mismo/a de una forma positiva por lo que no hay respuestas correctas o incorrectas. Pero debes reflexionar detenidamente sobre esto para dar respuestas potentes. Se trata de que te vendas, pero también de que te compren.
El error más frecuente que me encuentro es que los candidatos hablan de puntos fuertes sobre sí mismos pero lo hacen sobre asuntos que tienen poca o ninguna relación con el interés que tengo en ellos. Por ejemplo si necesito a alguien analítico y con atención al detalle, me gustaría que hablaras de ello si es que es una habilidad que destaca en ti, y no de tu capacidad para retocar fotografía en Photoshop en tu tiempo libre.
La mejor manera de hacer esto es pensar en cuales son las habilidades más importantes para el puesto, y esta información la puedes obtener fácilmente de la descripción de puesto, que encontrarás en el portal de empleo donde has aplicado o en el portal de la propia empresa.
Una vez que hayas destacado en la entrevista tus puntos fuertes, el entrevistador te preguntará o debería hacerlo por ejemplos prácticos que le hagan ver cómo es que aplicas esos puntos fuertes en tu día a día. Esto se hace porque, por ejemplo, los candidatos te dicen que saben ser buenos líderes, pero muy pocos son capaces de poner ejemplos de su día a día donde hayan liderado y expliquen cómo lo hicieron, en qué se apoyaron y como lidiaron con la situación.
Así que mi consejo es que prepares una lista con los puntos fuertes que tienes y pienses en ejemplos prácticos que puedas comentar en la entrevista que chequeen estas habilidades de manera directa.
¿En qué puedes mejorar?
En esta pregunta es justo lo contrario, se trata de que identifiques tus debilidades y que puedas compartirlas de manera abierta con tu entrevistador. Los errores más frecuentes que me encuentro en los candidatos que entrevisto son dos:
- El candidato se cierra, no se fía de la pregunta ni de su respuesta, por lo que intenta dar respuestas que tienen muy poca relevancia para el puesto o bien que esconden una respuesta, en parte positiva. Un ejemplo perfecto es esta respuesta “soy muy perfeccionista” esto tiene una lectura también como fortaleza y perfectamente lo podrías contestar en la pregunta de cuáles son tus virtudes. Aquí no aporta nada.
- Lo segundo que suelo ver como error es que el candidato se echa piedras contra su propio tejado. Como la honestidad es valorada positivamente tiene la valiente idea de dar puntos débiles que pueden destrozar su candidatura.
¿Cómo deberías contestar a esta pregunta? Ten en cuenta el punto de vista del entrevistador, no solo quiere saber en qué mejoras, su intención va más allá: pretende conocer tu espíritu crítico, cómo de fácil es para ti identificar deficiencias y qué planes pones en marcha para solventarlas.
Por lo tanto, el consejo es que prepares una lista de 3 a 5 áreas de mejora, recuerda que no sean críticas para el puesto, y dos medidas para cada una que tomas para mejorar.
Por ejemplo, si crees que en ocasiones te cuesta decir que no y asumes más responsabilidades que las que deberías, puedes decir que la asertividad es una facultad que crees que puedes mejorar y que para ello has empezado a ser más transparente con tus prioridades de manera que tus compañeros tengan una visión más real de tu trabajo y podáis hablar abiertamente de las nuevas tareas.
Espero que te haya sido de ayuda este artículo y si tienes dudas, ¡Ponlas en comentarios!